La belleza de lo antiguo

La belleza de lo antiguo
Manet, El tren

sábado, 18 de septiembre de 2010

Un sábado cualquiera

Y bien, aquí estoy, amigos, en este sábado cualquiera, intentando recordar cuántos días vivimos sin darnos cuenta. Casi todos. Cómo es posible que el único material imprescindible para nosotros, nuestra vida, se nos escape de las manos de esta manera. Pero así somos, seres débiles, nuestro sino es tan cierto, que tal vez esto de escribiros es sólo una forma de recordarme que estoy viviendo. De apresar la vida, aunque a veces pienso que lo más interesante no es vivir, sino escribirlo todo después.
Pensamientos de una noche de sábado, tal vez influidos por la melancolía del próximo otoño.


Aquí os dejo mi poema.



Qué hacer

Qué hacer con este vientre desnudo,

con este ajetreo que veo,

postal de una lágrima en el cristal,

envenenado recuerdo

de los amigos que perdí hace tanto tiempo.



Qué hacer en el baile de máscaras,

qué tal, todo bien, gracias,

aquí paseando, mirando una tienda,

cuando ni siquiera ya importa

garabatear el último gesto.



Qué hacer con la furia del tiempo,

asesina de múltiples brazos,

segadora hostil de versos,

con mi estancia vacía

y el sol resquebrajando mi sexo.

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